viernes, 17 de mayo de 2013

Recomendaciones Nutricionales para niños y adolescente - Guía para el profesional


American Heart Association, Samuel S. Gidding, MD, Chair, Barbara A. Dennison, MD, Cochair Leann Birch, PhD  Stephen R. Daniels, MD, PhD, Mattew W. Gilman, MD, Alice H. Lictenstein, DSc, Karyl Thomas Rattay, MD, Julia Steinberger, MD, Nicolas Stetter, MD, Linda Van Horn, PhD, RD.

Dietary Recommendations for Children and Adolescents: A Guide for Practitioners. Pediatrics 2006; 117: 544


Resumen

La American Heart Association (AHA) realizó una actualización de sus anteriores guías alimentarias para niños. El artículo resume l a información actual disponible sobre nutrición como prevención de enfermedad cardiaca en  niños, y propone recomendaciones para la prevención primaria y primordial de la enfe rmedad coronaria empezando a temprana edad. Es importante destacar la relevancia que se l e otorga en este documento a la nutrición en los primeros años de vida, incluyendo el período fetal. 


Introducción

Se estima que entre el 75 al 90% de la epidemia de enfermedad cardiaca está relacionada con dislipidemia, hipertensión, diabetes, consumo de tabaco, inactividad física y obesidad, siendo las principales causas de estos factores de riesgo malos hábitos que incluyen una pobre nutrición. El proceso de ateroesclerosis comienza en la infancia, culminando como un factor de riesgo relacionado con el desarrollo de la placa vascular en la tercera y cuarta década de la vida. Una buena nutrición, actividad física y ausencia de consumo de tabaco, contribuyen a disminuir el riesgo de prevalencia e incluso retrasar o prevenir la aparición de enfermedad cardiaca. Esta observación ha establecido el concepto de prevención del desarrollo de los factores de riesgo cardiovasculares  en primer lugar, denominada “prevención primordial”. En el documento se hace una revisión sobre la alimentación actual de los niños y se realizan recomendaciones sobre la dieta y la actividad física en los niños incluyendo el período de gestación hasta los dos años de edad.

Recomendaciones Alimentarias


Coincidiendo con las recientemente publicadas guías alimentarias del 2005 para los americanos las recomendaciones de la AHA, enfatizan:



  • una baja ingesta de grasas saturadas, trans, colesterol, azúcares agregadas y sal.
  • una ingesta energética y actividad física adecuada para mantener un peso saludable.
  • una adecuada ingesta de micronutrientes.



A diferencia de las guías pasadas que recomendaban una mayor ingesta de grasas insaturadas, ahora se focalizan en un consumo adecuado de omega-3. Se hace hincapié también en la ingesta de alimentos ricos en nutrientes y fibras. Según estas recomendaciones los alimentos que se deberían incluir para una alimentación saludable son: frutas, vegetales, cereales integrales, legumbres, lácteos descremados, pescado y carnes magras (vacuna y ave).



Para la implementación de estos objetivos se sugieren estrategias en las tablas 1 y 2.





Tabla 1: Estrategias nutricionales para individuos mayores de años de edad:



Recomendaciones para el paciente y la familia (AHA Pediatrics):


  • Balancear la ingesta de energía con la actividad física para mantener un peso saludable.
  • Realizar diariamente 60 minutos de alguna actividad física o jugar de manera activa.
  • Comer vegetales y frutas diariamente, limitar los jugos.
  • Utilizar aceites vegetales o margarinas con bajo con tenido de grasas saturadas y trans, en lugar de manteca y otras grasas animales.
  • Consumir preferentemente pan y cereales integrales en lugar de productos refinados.
  • Disminuir la ingesta de bebidas y alimentos endulzados con azúcar.
  • Utilizar lácteos descremados diariamente.
  • Consumir más pescado, especialmente los de mayor contenido graso, cocidos al horno o a la plancha.
  • Reducir la ingesta de sal, incluyendo la de los alimentos procesados.


Tabla 2: Consejos para que los padres implementen la Guía Nutricional de AHA Pediatrics


  • Reducir el agregado de azúcar incluyendo bebidas y jugos endulzados con azúcar.
  • Utilizar en la preparación de las comidas aceite de canola, soja, girasol, maíz o cualquier otro aceite vegetal en lugar de otras grasas sólidas.
  • Utilizar la porción recomendada en el rótulo del producto al preparar y servir la comida.
  • Servir en cada comida vegetales y frutas, frescas, congeladas o enlatadas, pero cuidando de no agregar salsas grasosas o azúcar.
  • Consumir pescado con mayor frecuencia.
  • Quitarle la piel al pollo antes de cocinarlo.
  • Utilizar sólo cortes de carne de bajo tenor graso.
  • Limitar el consumo de salsas (altas en calorías) como: cuatro quesos, a la crema y otras a base de crema de leche u otras grasas.
  • Consumir preferentemente pan y cereales integrales en lugar de productos refinados; leer en el rótulo del alimento los ingredientes para asegurarse que el primer ingrediente sea “cereal integral”.
  • Consumir más legumbres (porotos) y tofu en lugar de carne en algunas comidas.
  • Los panes, cereales de desayuno y comidas preparadas (incluyendo sopas) pueden ser altos en sal o azúcar, por lo cual se recomienda leer el rotulado nutricional para elegir entre las opciones altas en fibra, bajas en sodio y/o bajas en azúcar.

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